Queridos compañeros/as/us/xy escribo esta carta antes de todo para felicitaros del espléndido trabajo que habéis hecho y seguís haciendo desde el día de nuestro arresto, y para agradeceros la solidaridad y el afecto que me ha llegado también desde muchos kilómetros de distancia; Y además para contribuir aunque sea sólo teóricamente sobre el debate y sobre la lucha que lleváis para alante por mi liberación y la de todos.
Me llamo Ermann y soy uno de los destinatarios de las medidas cautelares, encarcelados con fecha 27-2, instrumentos del montaje policial tramado para dañar todo el movimiento anticapitalista.
No puedo llamarme Anarquista porque mientras existan los explotados y explotadores, los gendarmes y calabozos ningún hombre podrá llamarse libre.
Pero hago de la Anarquía mi horizonte y de los instrumentos del anarquismo los medios para conseguirla. Sabiendo que el camio que llega hasta ella es infinito pero que siempre podemos seguir acercándonos.
Compañeros, sé que el muro que nos separa da miedo, pero es cierto que proyecta su sombra igualmente a ambos lados y hasta que no hayamos conseguido derrumbarlo no seremos libres, en cualquiera de los lados en el que nos encontremos.
Lanzamos nuestros corazones más allá del obstáculo y sin miedo sigamos el camino que hemos empezado.
Hagamos de modo que de cada prisión, física o No, queden sólo escombros. La única reforma que nos interesa, el único objetivo que queremos conseguir.
Queridos compañeros sólo me queda desearos/nos la fuerza para seguir esta durísima lucha de la cual todo depende.
Un abrazo para todos y os agradezco de nuevo vuestro calor que me llega cada día y que me hace sentir entre vosotros.
Nos vemos pronto en la pelea
Viva la libertá
Viva l’anarchia
18-4-21
Hermann